En los Juegos interaliados de Berlín, en 1946, al ver detrás delcartel de Checoslovaquia a un solo atleta desmañado, todo el mundo seríe. Cuando ese atleta, que no se ha percatado de que lo convocan para participar en su prueba, atraviesa el estadio como un loco gritando y agitando los brazos, los periodistas sacan veloces sus libretas.Cuando cruza la meta en solitario, los ochenta mil espectadoresestallan en un clamor. En pocos años y dos Olimpiadas, Emil Zátopek es invencible… hasta que estalla la Primavera de Praga, se alinea conDubcek contra el estalinismo y cae en desgracia.