Ni sus mujeres ni sus hijos, ni sus nietos ni sus rivales, ni los árbitros ni los traumatólogos, nadie sabe por qué siguen. En lo que todos coinciden, incluso ellos mismos, es en que están locos, jugando competición oficial contra veinteañeros. Completamente locos.”
Crónicas deslavazadas de desequilibrados partidos de rugby juga¬dos por personajes aún más desequilibrados, herederos de Astérix y Obélix, del pequeño y Nicolás, o de Juana y la Loca. Estos cin¬cuentones desvencijados desafían cada semana a la medicina, a la paleontología, al rídiculo y a la lógica