Nadie sabía que al rey le faltaba una oreja; excepto, claro, el viejobarbero de palacio, que un día, de tan viejo, muere. El rey buscaentonces un nuevo barbero "joven y discreto". Pero no será este, sinouna caña, quien revele el secreto tan bien guardado bajo una peluca.Un cuento tradicional lleno de música y verdades.