Dice Antonio Enrique en el prólogo de "La palabra muda": No fue unlibro voluntario el que el lector tiene ante las manos. Y aunque elasunto de que trata pueda parecer superado por la Historia, sumido yaen el anecdotario del Terror, una vista a nuestro alrededor nosconfirma que las raíces hoy perduran en la soberbia y la codicia de un planeta cada día más devastado por obra exclusiva del ser llamadohumano