«¡Damas y caballeros, es nuestro triste deber anunciarles que elemperador acabade morir!». La noticia corre por toda Europa como un reguero depólvora y, sinembargo, Napoleón está vivo. Tras una ingeniosa evasión de SantaElena, quien hamuerto no es otro que el desdichado impostor que lo suplantaba en lacárcel. Mientrastanto, Napoleón trata de regresar en barco a Francia para recuperar el tronohaciéndose pasar por un tal Eugène Lenormand, aunque la tripulaciónterminallamándolo Napoleón para burlarse de él. En este incómodo pero forzoso anonimato,la situación lo confrontará a un sinfín de errores, malentendidos ycontratiempos,que lo llevarán a sumergirse cada vez más en el enigma de su propiomito. Pero¿recuperará algún día su identidad? ¿Quién es él, ahora que elemperador ha muerto?