Antonio Manfredi salda algunas cuentas emocionales pendientes con esta sucesión de relatos que no dejará indiferente a nadie. Si es usted periodista, entenderá muchas respuestas y se le abrirán nuevos interrogantes. Si no es profesional de la información, adivinará que el trabajo de quienes ejercen esta hermosa profesión también está lleno de trampas y de desalientos diarios que, paradojas de la vida, se ocultan mucho más que en otros lugares; porque es necesario mantener siempre una sonrisa falsa que oculte las tristezas y los desengaños y muestre superioridad ética donde hay miseria moral.