¿Quiénes fueron los pioneros en las guerras químicas? ¿Cuáles han sido los engaños más increíbles que se han perpetrado con la química comoinstrumento? ¿Conoces la receta para fabricar oro? ¿Y el origen de las conservas? ¿Cuál es el poder de las «balas mágicas»? ¿Cómo haafectado la química a la producción de alimentos? ¿Por qué se usa elacero de los pecios de la Primera Guerra Mundial para fabricarcontadores Geiger? El Arsénico y el polonio son asesinos despiadados;pero no solo para el mal se ha usado la química: vitaminas, vacunas,medicamentos, mejoras en los cultivos… han ayudado a la humanidaddurante toda su historia.
Alejandro Navarro nostrae una obra fascinante y divertida, cargada de curiosidades ehistorias con mucha química. Comprobaremos cómo a lo largo de lahistoria hemos utilizado esta ciencia para el bien y para el mal; para hacer la guerra, enriquecernos a costa del prójimo —borrándolo delmapa cuando ha sido preciso—; pero también para sanar y alimentar unapoblación siempre creciente, para un sinfín de utilidades que hacennuestra vida más segura y agradable. Por sus páginas recorreremosestas crónicas de la mano de célebres químicos, pero también degobernantes, militares o de embaucadores de toda índole, todos elloshan protagonizado una de las mayores aventuras en la que nos hemosembarcado, la fabulosa historia de la química
«Todos los que hemos estudiado química un poco en seriorecordamos la presencia en los laboratorios de algún compañero friki,de esos que gustan bombardear el campo de fútbol con pequeñosproyectiles fabricados con crisoles y mechas de magnesio; pero parafriki nadie mejor que el bueno de David Charles Hahn —alias profesorHahn—, un chaval de Detroit que al final de la Guerra Fría saltó a lafama ¡por haber intentado poner en marcha un reactor nuclear en eljardín de su casa! —como el joven Sheldon Cooper de la serie detelevisión—, y no lo logró por los pelos, aunque puso en jaque almismísimo FBI».